Cada final de año se presentan números eventos familiares y laborales que suelen girar en torno a una gran comilona para celebrar la Navidad y el comienzo del nuevo año. Estas fechas suponen un gran reto para aquellas personas que están siguiendo un plan nutricional, ya sea porque tienen el objetivo de bajar de peso o porque quieren aprender a comer más saludable y así cuidar su salud. Estas grandes celebraciones se caracterizan por un exceso de comida, así como por postres poco recomendables por su composición nutricional. En este post te traemos 6 consejos para que puedas sobrevivir a las Navidades sin morir en el intento.
- Planificar los eventos de estas fechas para poder sobrellevarlos de la mejor manera posible es muy importante. Cada persona tendrá compromisos diferentes en días distintos, por tanto, es fundamental poner sobre papel aquellos días en los que vamos a comer o cenar fuera para así hacerse una idea de cuántos van a ser, cómo de seguidos, y qué tipo de comida será. Puede ser una comida en casa de alguien o en un restaurante, una merienda en una cafetería, o pedir la cena a un restaurante de comida rápida. Poner en conjunto todos los días en los que probablemente nos pasemos con la comida y la bebida hace que seamos más conscientes y que podamos controlar mejor nuestra ingesta.
- Identificar aquellos alimentos o productos que nos cueste más resistir y que por tanto acabamos consumiendo cuando los tenemos delante. Pueden ser las patatas fritas a modo de aperitivo, los turrones, o esos bombones que nos gustan tanto. No es cuestión de prohibir el consumo de estos productos, y menos en estas fechas tan señaladas. Son unos días para disfrutar en familia, por lo que podemos disfrutar de ellos, lo que no quiere decir abusar. En vez de 8 bombones, quizá con uno o dos ya te quedas con el sabor, los disfrutas, y te sientes igual de satisfecho o satisfecha. Además, el hecho de haber podido controlarlo, te hará sentir mejor los días siguientes (tanto a nivel psicológico como físico).
- Visualizar cada comida y el entorno en el que se hará es una herramienta usada en coaching que resulta muy útil para imaginar nuestra conducta y/o respuesta en situaciones concretas. Por ejemplo, en la comida de Navidad siempre hay cuencos de patatas fritas para picar, y sabes que si tomas una ya no puedes parar hasta el punto de que después te sientes mal de todas las que has comido. Visualizarse entrando al comedor y ver los cuencos con las patatas encima la mesa ayuda a recrear estas sensaciones e intentar identificarlas y abordarlas cuando llegue el momento. Como por ejemplo pensar que no merece la pena y distraerse hasta que sea la hora del primer plato, el cual vas a disfrutar más y no te hará sentir hinchado/a después.
- Priorizar aquellos alimentos o productos poco saludables que no estás dispuesto a renunciar y los cuales son característicos de estas fechas. Es decir, de todos los bollos, turrones, bombones, polvorones, etc, que habrá en la mesa, cuáles son tus favoritos y de cuales puedes prescindir. Por ejemplo, el roscón. Si te gusta mucho más el roscón que el turrón o los bombones, intenta no tomar estos últimos sabiendo que cuando llegue el momento comerás roscón. De esta manera, te sentirás satisfecho tanto con tu elección como con el sabor de ese producto navideño que tanto te gusta. Lo mismo pasa con el alcohol, el cual está muy presente en estas fiestas. En este caso intenta beber lo menos posible, ya que no existe un consumo seguro de alcohol. Cuanto menos, mejor.
- Relajarse e intentar disfrutar de estas fechas. La familia, los regalos, la planificación de las comidas, etc, pueden resultar a veces un poco estresante. En Navidad todo se llena de puestos de comida o snacks poco saludables, por lo que ir agobiado al supermercado o a comprar los últimos regalos, hace que seamos más vulnerables a caer en la tentación y comprar esos churros en la esquina o meter en el carrito de la compra esos polvorones que, no tenías pensado comprar, pero que al verlos has pensado que te harán sentir mejor. Por tanto, intenta hacer las compras por adelantado, y tener todas las comidas organizadas para estar tranquilo y poder disfrutar. Puedes dedicar un ratito cada día a meditar o simplemente a hacer lo que más te guste y te relaje.
- Moverse y hacer ejercicio. Además de todo lo que puedas hacer para no comer en exceso, también es fundamental mantenerse activo durante las fiestas. El ejercicio no solo te ayuda a encontrarte mejor físicamente (que ya te será de gran ayuda), si no que regula nuestras hormonas y nuestro apetito. Esto es vital para que podamos disfrutar de la comida sin excesos, por lo que intenta planificar los entrenamientos que puedas a lo largo de la semana. Dar paseos o hacer alguna sesión de yoga para relajarse es una buena opción para mantenerse activo en estas fechas tan intensas.
Estos consejos te ayudarán a sobrellevar las Navidades mejor. Y no olvides sonreír. ¡Felices fiestas!