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¿Quieres frenar el deterioro cognitivo a través de la alimentación? Te explicamos cómo

¿Sabías que el camino para una mente en forma puede estar directamente relacionado con lo que hay en tu plato? ¡Así es! Frenar el deterioro cognitivo a través de la alimentación es posible. El estudio que te traemos hoy sugiere que una combinación adecuada de antioxidantes y ácidos grasez. ¡Quédate para descubrir los últimos avances de la ciencia!

Con el paso de los años, la capacidad funcional, entendida como la aptitud para hacer determinados movimientos, disminuye gradualmente. Lo mismo ocurre con la función cognitiva, que se refiere al conjunto de habilidades mentales y procesos que nos permiten adquirir, procesar, almacenar y utilizar información de manera eficiente. En definitiva: en un futuro te va a costar más moverte y tu atención, memoria y capacidad de razonamiento se verán relentecidas cada vez más.

La reducción la función cognitiva y la capacidad funcional como elementos claves para llevar a cabo actividades de la vida diaria han sido siempre materia de estudio para la ciencia, que busca constantemente nuevas estrategias para subsanar el paso del tiempo y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.

Una nueva estrategia para un envejecimiento saludable

Tenemos nuevos datos. De acuerdo con los expertos, la fragilidad física y el deterioro cognitivo tienen estrecha relación con las siguientes cuestiones:

  • La inflamación crónica

Se trata de una respuesta inmunológica prolongada y persistente en el cuerpo que puede tener efectos negativos en el cerebro. Se cree que la inflamación crónica contribuye al daño de las células cerebrales, afectando las conexiones neuronales y promoviendo la acumulación de proteínas anormales, como las placas de beta-amiloide, características del Alzheimer.

  • El estrés oxidativo

El estrés oxidativo consiste en un desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes en el cuerpo, lo que puede provocar daño celular y contribuir al envejecimiento y desarrollo de diversas enfermedades.

  • La disfunción neuroendocrina

Es decir, la interacción entre el sistema nervioso y el sistema endocrino en el organismo. Estos dos sistemas trabajan en conjunto para regular y coordinar una amplia variedad de funciones corporales, por ejemplo, el metabolismo.

Partiendo de esta información, ¿qué pasaría entonces si se atacaran directamente estos factores? Los expertos a cargo del estudio publicado por la revista Nutrients partieron de la hipótesis de que altas dosis de ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y 6 junto a vitaminas antioxidantes podrían ser parte de la solución. Ese fue su punto de partida. ¿Quieres conocer los resultados?

Los datos arrojados sugieren que esta combinación de suplementos mejoraría la función cognitiva, específicamente en lo que respecta a memoria, fluidez y comunicación. Además, se observaron mejoras en la fatiga y la somnolencia. Para el estudio se tuvieron en cuenta personas mayores que ya padecían deterioro cognitivo leve y se les suplementó con una dosis elevada de ácidos grasos omega-3 y omega-6 con y con vitaminas antioxidantes como la vitamina E durante un periodo de 6 meses.

Más sobre nuestros protagonistas: ácidos grasos poliinsaturados y la vitamina E

El omega-3 y omega-6 siempre ha atraído gran atención por sus efectos beneficiosos para la salud. Los ácidos grasos omega-6 incluyen el ácido linoleico, el ácido linolénico y el ácido araquidónico. Entre los ácidos grasos omega-3 se encuentran el ácido eicosapentaenoico (más conocido como EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Lo importante aquí es que estos tipos de ácidos grasos poliinsaturados pueden intervenir en las membranas de las células inflamatorias, reducir el estrés y evitar que se inicie el proceso inflamatorio.

Sin embargo, lo más importante aquí es que estos ácidos grasos se ingieren a través de la dieta o de suplementos, ya que no los sintetizamos en grandes cantidades. Las semillas de chía, por ejemplo, contienen una proporción equilibrada de ambos tipos de ácidos grasos y son fáciles de incorporar en la dieta. Puedes agregarlas a batidos, yogures, cereales o utilizarlas como un ingrediente para hacer pudines o recetas de panadería saludables. Otros alimentos ricos en estos ácidos grasos son el salmón y el aceite de cártamo.

La vitamina E, por su parte, es un importante micronutriente antioxidante que puede acabar con los radicales libres asociados con la oxidación y el envejecimiento celular. Este nutriente puedes encontrarlo en alimentos como frutos secos y semillas (almendras, nueces, semillas de girasol), aceites vegetales (aceite de girasol, aceite de germen de trigo), aguacates, espinacas y otros vegetales de hojas verdes.

Y tú, ¿quieres que tu mente envejezca de forma saludable? Es hora de que atiendas a tu alimentación para frenar el deterioro cognitivo a través de la alimentación. ¡Suscríbete a nuestra APP y comienza la aventura!

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